El reguetonero escogió Madrid como primera parada europea de su gira ‘Ferxxo Calipsis’ y su público se volcó física y emocionalmente como si en la capital la temperatura no rozara los 40 grados Tal vez lo mejor del verano no sea la playa sino los conciertos. Porque cualquier recinto, grande o pequeño, que alberga un escenario se convierte en un puerto disfrutón donde el que se embarca, se desinhibe, fluye. No hace falta irse de Madrid para irse de fiesta. Algunos, con suerte, perciben reminiscencias de las partes bonancibles del gran azul -ya sea por los colores o por las oleadas de gente- que de buenas se tiñen de verde según la forma en que les dé la luz. Y eso es exactamente lo que ha sucedido esta noche cuando una marea color esperanza ha inundado el estadio Civitas Metropolitano de Madrid para ver actuar a Feid.
Cuatro meses después del inicio de su gira mundial Ferxxo Calipsis, el colombiano -también conocido como Ferxxo– ha aterrizado en la capital española para organizar un fiestón que ha inyectado una dosis vigorosa de dopamina desde el primer minuto. A pesar del pequeño retraso inicial, el hogar del equipo rojiblanco se ha convertido en una auténtica discoteca, donde todo el mundo ha perreado y ejecutado coreografías arrabaleras sin vergüenza ni recato durante más de dos horas y media sin parar.
Qué más dará el calor asfixiante, qué más dará la lejanía de cualquier costa desde este secarral capitalino. Lo único que importa es el buen rollo. Y Feid lo tiene. De entrada, cinco temas –Intro, 50 palos, Chimbita, Lady Miamor y Castigo— casi sin pausa, encadenando beats y letras que han caldeado (aún más) el ambiente y han elevado las temperaturas de los termómetros hasta reventarlos.»Buenas noches Madrid», ha exclamado el Ferxxo a un estadio activísimo. «Yo sé que muchos llegaron ayer temprano, que chuparon calor y tienen sed, pero ¡vinimos a pasar una chimba!«, ha dicho antes de retomar el camino hacia su fiesta en Madrid.
Las carreteras que conducen hasta el éxito sobre los escenarios no suelen ser líneas rectas despejadas de obstáculos. Tal fue el caso de Feid, que antes de postularse como una de las figuras más importantes de la música urbana en América Latina trabajó en la sombra para otros artistas contemporáneos que marcaron el rumbo del género. Así, el ahora cantante de Medellín compuso canciones para artistas del calibre de J Balvin (Sigo extrañandote) o Nicky Jam y Darrell (Perdóname).
Su destreza a la hora de componer le llevó a firmar con Universal Music en 2016, pero no fue hasta 2020 que comenzó a recibir reconocimiento internacional. A raíz de su segundo álbum Ferxxo (Vol 1: M.O.R), donde aparecieron temazos como Porfa y FRESH KEIRAS, Feid se agigantó como artista, desarrolló un proyecto musical sellado con su identidad y rozó la fama con los dedos. Y ahora actúa en estadios.
Lo más sorprendente ha sido que el cantante haya sido capaz de mantener todos los culos del Civitas Metropolitano despegados de sus asientos en todo momento: movimiento constante. Qué manera de hacer bailar. Como si se hubiese metido en un bolsillo toda la noche madrileña con todos sus garitos. Qué digo: como si hubiese encapsulado las noches de verano en cualquier rincón de playa del país. El Ferxxo ha desatado un auténtico jangueo con Bubalú, Ferxxo151 y Ultrasolo. Incluso los más mayores han doblado sus rodillas y bajado hasta el suelo. Perreo (y magreo) del que ya no se ve. Y quizás, está mejor allá donde lo esconden.
Las colaboraciones con otros artistas son una parte esencial de su éxito. Ha sido auténtico el éxtasis del público cuando han sonado sus colaboraciones junto a Bad Bunny, Yandel, Myke Towers y Sky Rompiendo. Porque, además de bailar y sudar, al concierto de Feid uno viene a dejarse la voz.
Con más de 43 millones de oyentes mensuales de Spotify, los pelotazos pegadizos del colombiano combinan el reguetón con sonidos más modernos. Y, ¿qué decir de sus letras? Amor, despecho picarón y relatos de vida nocturna que, combinados con su carisma, cautivan a millones de personas. Ha sido para grabar la forma en que el público ha cantado a grito pelado Inocente: «Todo parece estar bien pero nada es lo que parece». Quienquiera que les haya hecho daño, les habrá escuchado seguro.
Pausa abrupta. Mensaje del artista: «Invito a una persona muy especial para mí, espero que reciban con un aplauso hijoeputa a mi reina». Evidentemente, después de esa frase sólo había una persona que pudiera subir al escenario: Karol G. La colombiana, pareja del reguetonero, ha cantado con él Friki, vestida de un azul veraniego y refrescante, tanto como el beso con el que han sellado su actuación, que ha emocionado a todos los fans del discreto binomio.
Ferxxo ha sacado de su público todas las facetas posibles: la maleante, desde luego, pero también la más romántica. Desde una tarima separada, en mitad de la pista, lo suficientemente cerca del público como para respirar la agitación que ha provocado, ha cantado Ferxxo 30 y PORFA en unas deliciosas versiones acústicas, haciendo posible la combinación de lo canalla con lo sensiblero. «Cantemos en una sola voz, Mor. Sin acústico no es concierto», ha expresado el colombiano.
Ha coreado su apodo el recinto: «¡Ferxxo, Ferxxo!», a modo de cántico que ha recorrido el estadio curvilíneo como una ola que rompe primero en un extremo y luego en el otro. Si hay algo mejor que ver al público disfrutar, quizás sea ver a los artistas saborear su show sobre el escenario. Y Feid, transparente, ha canalizado su emoción con Remix Exclusivo, XQ te pones así y X19X, sin dejar de agradecer al público en ningún momento.
El escenario, que arrancó el espectáculo vestido de un verde Feid, se ha teñido de azul océano para Feliz Cumpleaños Ferxxo, Ritmo de Medallo y Luces de Techno, que han puesto a saltar a un público incansable y aparentemente inmune al calor que desprendía el espectáculo pirómano. Al son de Normal, Ferxxo 100, Si Te La Encuentras por Ahí y Hey Mor era imposible que decayera el ambiente. Brazos al aire, bailes canallitas, ovaciones y coros al compás de las lucecitas de muñeca que han repartido a la entrada con Luna, el acento final de este fiestón a lo bestia que ha encadenado temazo tras temazo.
Definitivamente, lo mejor del verano son sus conciertos. Dondequiera que sean. Nada tiene que envidiarle Feid a las noches veraniegas de la costa. Él solo se las apaña.